Rupturas [Privado]

Siempre existen las rupturas, siempre. Éso se aprende desde que nacemos y rompemos el lazo vital que nos une a nuestra sagrada madre: el cordón umbilical. Mi ruptura con mi madre fue definitiva, cuando yo nací ella se despidió del mundo, así de abrupta fue nuestra ruptura. Ahora contaba con otra ruptura, una que me dolía y que había cambiado algo en mí. El último capítulo de mi vida pasada, mi pequeño amigo de infancia...Peter Pan. El pequeño muñeco de madera yacía en mis manos mientras caminaba dando zancada furiosas sobre el pasto. La respiración fría hacía figuras extrañas en el ambiente boscoso. El olor a pino y abetos era muy penetrante, resacando mi fina nariz.

Cuando me cansé de caminar pude constatar lo que me habían dicho antes, un lago hermosos que era parte también del coloso. Me senté en la orilla sujetando con ira el pequeño juguete roto. Suspiré y lo dejé a un lado, quizás era el tiempo de dejar atrás el pasado y continuar con mi vida. Una donde la fantasía y neverland no existen, uno donde los niños pérdidos no tienen lugar y tienen que dar paso a los deseos mundanos y la razón "madura". Pese al frío endemoniado me atreví a desnudarme, deje caer una a una las prendas que me cobijaban al igual que las botas de montaña y mis calcetines. No lo pensé simplemente me aventé al lago. Sentí como si miles de finas agujas perforaban mi piel, era una sensación diferente. No era dolorosa, quizás porque no era posible tener más de un 10% de sensibilidad en mi cuerpo. Salí a flote y me quedé flotando boca arriba, observando el manto oscuro tapizado con luces amarillentas, llamadas estrellas.

FIN