Veloz como un bolido!

Nadine toma con delicadeza la mano de Bob, sí había sido demasiado sadica y perversa al estar en aquel encuentro carnal pero era una chica sumamente delicada en alguno de sus movimientos. Tenía frió su cuerpo la delataba, su piel desnuda se erizaba cada que una pequeña ráfaga de aire pasaba por ellos. La chica tomo de nuevo la playera de Caos y se la puso para cubrirse un poco, y no sentirse tan vulnerable, se acercó y lo abrazo sintiéndose de nuevo segura en sus brazos, le sorprendía que a estas alturas nadie los estuviera buscando pero le agradaba que no los molestaran.

Presto atención a las palabras de su acompañante, podía entender en cierta parte lo que él experimentaba, al dormir ella sentía que voces la llamaban queriendo jugar, queriendo matar, queriendo hacer lo que fuera para liberar sus temores, aunque tal vez no era nada parecido podía llegar a entenderlo, alzo la vista y se pegó a él respondiendo el beso con delicadeza. – Caos, ¿Quieres que sea parte de tu mundo? ¿Y si terminó siendo una carga?– Preguntó la chica con cierta torpeza, se sentía abrumada por todo aquello pero no temía – El daño es relativo, ya sabes físico, moral, emocional… pero todo pasa o todo se trastorna – La chica sonrío para él ampliamente.

Se quedó pensativa por unos momentos - ¿Qué pienso? Pienso que Caos tiene miedo en hacerme daño en un encuentro con la oscuridad, pienso que creo por extraña razón no quiere dañarme, pero sé que quieres permanecer conmigo… ¿Por qué? ¿Ves algo especial en mí? El que no arriesga no gana, el que no arriesga no saldrá de la oscuridad querido perverso – La chica se separó un poco buscando su ropa interior y comenzando a colocársela con calma, pero permaneció con la playera de su amante. – Pero si quieres seguir así… Puedes arrancarme de ti y dejar esto con un buen sueño – Se quedó mirándolo, aparto el cristal del cofre del auto y se recostó en el boca arriba observando el techo confundida, ¿por qué le importaba tanto seguir con alguien hombre que había apenas conocido horas atrás? Sensaciones que nunca antes había conocido le aparecieron, haciendo que soltara un suspiro profundo.

Nadine soltó un suspiró breve, lo miro a los ojos escuchando con atención aquellas palabras, de verdad quería saber qué cosas tenía en mente Bob, quería saber qué cosas tenía que ser y tenía la curiosidad de saber que se sentía tener la oscuridad dentro de ella. La chica no le tenía miedo a nada que no fuera un secuestro de nuevo.

- Entonces nos veremos más tarde… Si apareces – La chica dibujo una media sonrisa en sus labios, no le gustaba notarse triste, de malas o con algún pesar era de cierta manera orgullosa, aunque no sabía que podía pensar Caos de ella después de lo que habían hecho. Solía ser tierna, amorosa, le gustaba que le dieran ese amor que en muchas ocasiones no las tuvo y que nunca tendría por sus cambios constantes de humor, pero ahora se había vuelto una pervertida que tal vez no ayudaba para encontrar algo que la hiciera sentir querida.

Negó con la cabeza, abrazo a su muñeca, nunca estaría sola, si Caos no volvía a verla, si no la volvía a buscar siempre quedaría ella, su muñeca. – Entonces me despido Robert – La chica estiro su mano y lo miro de manera serena intentando no mostrar pesar al separarse de su acompañante.

Nadine le corresponde el beso a Caos de la misma manera, la chica quiere volver a sentir sus labios por su cuerpo la hacía sentir especial pero aquello ya era lo de menos, el chico la invitaba a formar parte de sus planes, de su vida y de su camino contra la oscuridad, ella estaba dispuesta, pero ¿Qué tanto estaba dispuesta a soportar? La chica se adentra al lugar sonriente – Entonces yo esperaré tú regreso – Sonrió y después se acercó a abrazarlo con fuerza, sintiéndose aún segura con él sin saber el porqué de ese sentimiento.

Lo sienta muy a fuerzas y se da la vuelta dejando a Anne cayendo de su brazo, observo que un vigilante la miraba y se aproximaba a ella, la chica se paró en seco y giró su cuerpo para ver a Caos de lejos, le sonrió y sintió los brazos del vigilante tomarla de los hombros para jalarla por los pasillos, sintió pesar y terror pero se dejo llevar por este sin objetar nada, no tenía ganas de pelear hoy, sólo quería disfrutar de lo que había pasado con anterioridad.