Cicatrices [B. D.]

por **Dagmar Biermann** Vie Nov 19, 2010 1:17 am

Recuerdo del primer mensaje :

Después de aquella pesadilla, Nadine pasaba la mayor parte del tiempo en los jardines, aislada de todos, intentando tener el menor acercamiento con cualquiera, no quería que nadie la metiera en problemas y sobre todo su gran boca la metiera diciendo algo “ofensivo” la chica de verdad ahora pensaba que ese lugar no la ayudaría al contrario la estaba hundiendo más. Al fondo del jardín la chica se encontraba mirando un punto ¿Qué punto? No lo sabía, solo era un punto que la hacía desconectarse de su realidad, así eran todas las tardes intentando aliviar dolores y no pensar en pasados o presentes tormentosos. La línea blanca de su mente se prolongaba hasta que era interrumpida por algún enfermero para que fuera s sus curaciones. Tenía marcas por todo el cuerpo, en la espalda, en el rostro, incluso en su intimidad había tenido aquel acercamiento que la había atormentado haciendo que soñará más y más el día de su secuestro.

Caminó en silencio sin decir nada, a la altura del enfermero, ni siquiera volteaba a verle de reojo, ya no quería más contacto ni visual con nadie, se sentía avergonzada de ella misma por lo sucedido. Soltó un suspiro llegando a la enfermería, se sentó en la camilla correspondiente esperando a que alguien llegará a atenderla ya que el primer enfermero se había quedado en la entrada, él sólo se aseguraba de que ella llegará. Observo el pasillo, y después de unos minutos, aquel chico el de la guitarra pasaba por el pasillo de enfrente de la enfermería, su mirada cruzo con la de él. La pelinegra sintió rabia, verguenza pero desvió la mirada a la ventana controlándose lo más que pudo, ya no quería otro castigo por mala conducta, por decir algo fuera de lo común haciendo que alguien se alterara, prefería guardar silencio, no mantener contacto con nadie.

por **Blake Delprat** Jue Ene 06, 2011 7:29 pm

Me bloqueé por un momento y no supe decir, me quedé en un especie de limbo, ahí en ocasiones me perdía para encontrarme con mis dos Rosas. Las echaba mucho de menos, una extrañaba aquella música y sus risas y de la otra sus consejo, su comida. Me quedé tranquilo y estaba mejor mi nariz, me quité el pañuelo y al menos podía seguir respirando más o menos.
-Si, bueno, es algo que pues... no sé cómo explicarlo, si me gusta...-pero no era algo muy relevante en mi vida, no podía confiar en ella y eso complicaba la situación, me gustaba pero me hacía dudar, no había encontrado nadie que llenara el lugar que había dejado Dagmar o Litha- Ya tendré oportunidad de decirle cuando la vea.

Me puse de pie y me encaminé hacia la salida y le dije:
-Nadine, no te lo tomes a mal, me gustaría tocar para ti, pero ahora no me siento muy bien, te parece que nos veamos en otra ocasión, nos veríamos en la sala de música... tocaría lo que quisieras...

Dije con seriedad, me sentía mareado, habían vuelto a darme aquel coctel de analgésicos y todo me daba vueltas, creo que tenía esa sonrisa estúpida. Me despedí de la chica acordando una nueva visita y me dirigí a mi habitación ayudandome de aquel bastón.

Spoiler:

por **Dagmar Biermann** Vie Ene 07, 2011 1:18 am

Sus ojos se quedaron viendo a la nada por unos momentos, pensando en como seria cuando él se enterara de la verdad de Madonna, y es que pocos sabían de eso, además era su familia y no podía decir nada, sólo su prima era la indicado para decir verdades, su futuro. Sonrió ligeramente, ella se encontraba en paz, por primera, y sabía que por única vez después de aquel castigo se podía sentir en paz, sin dolor, sin recuerdo alguno, eso la hacía querer permanecer así eternamente, pero eso no era posible, así que era mejor volver a la realidad. Mientras caminaba se imaginaba como sería Blake tocando, incluso si se vería igual de atractivo o más al mostrar su don, movió la cabeza ligeramente y suspiro con tristeza al ver que aquello no era posible, pero tristeza le duro poco al sonreír. Asintió para él sin decir más.

La pelinegra se despido como lo haría con cualquier otro, pero al dar unos pasos queriendo volver a su cuarto regreso dando al chico un abrazo breve - Cuidate, no te metas en problemas, recuerda que él... - Señaló por breves momentos a la cámara de seguridad del lugar. - Nos vigila, y no me gustaría que te castigaran de nuevo - La holandesa se separo por unos momentos, acarició su rostro con suavidad, dio la vuelta y sin voltear si quiera caminó sin parar tarareando una canción para ella.

FIN

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