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(Dan Bohusläns):Silver.
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(Dan Bohusläns):Silver.
por Paulette Miér Oct 20, 2010 8:36 am
Datos Personales:
-Nombre y apellidos del personaje:
Dan Bohusläns Silver.
-Edad:
24 años.
-Actividad:
Nadador y buceador.
-Procedencia:
Fjällbacka, pequeño pueblo en la costa oeste de Suecia.
-Orientación sexual:
Asexual, no le atraen ningún sexo.
-Estado civil:
Soltero.
-Nivel adquisitivo:
Sus padres tienen una de las fabricas de coservas de arenques, más importante del pueblo, que exporta a nivel nacional, por lo que su nivel adquisitivo se puede considerar alto.
-Descripción física:
Silver, es identico a su madre. tiene el pelo oscurisimo, de una tonalidad que roza con el azul. Sus ojos parecen negros, si falta luz, pero con la incidencia de los haces lúminicos se tornan azulados. Su piel suele estar bronceada, aún sin tomar el escaso sol, amenudo, y su cuerpo es fibrado, sin un gramo de grasa que sobre, debido a su metabolismo...y a las 4 horas que pasa nadando, diariamente, desde que tiene 11 años. Se diría que es un hombre agradable a la vista, y lo sería más aún, si alguna vez mostrase una sonrisa sincera.
-Descripción psicológica:
Dicen que vivir en un ambiente frío acaba por afectarte a tu propia personalidad, esa sería una buena explicación, pero no sería más que una simple excusa. ¿Qué culpa tiene la nieve o los diez grados bajo cero? Lo que a Silver siempre le faltó fue el abrigo, más cálido de todos, el cariño. Sus padres estaban más preocupados de las apariencias, que de los sentimientos de su propio hijo, el cual fue creciendo entre una melancolía que helaba más que el propio Invierno de Suecia.
Le gusta abstraerse mientras flota inerte sobre el agua, de una piscina, que está a más grados que su propia rabia. Teme a las relaciones de cualquier tipo, por lo que normalmente no deja que nadie salte la barrera, que lo separa del mundo, ni siquiera para comprobar lo azulado de sus ojos al sol.
-Historia:
Nadie entiende como el hijo de los Bohusläns, aún teniendolo todo, puede comportarse de una manera tan entristecida, el porque de sus largos paseos bajo la nieve de enero o lo esquivo de sus miradas. Lo normal hubiese sido que se hubiese ido a estudiar a un internado elitista, y luego a estudiar a Francia o Ámerica, alguna carrera de économia y gestión, para despúes volver triunfal y con una esposa bellisima a reclamar su lugar en la pequeña Fjälbacka, para envejecer rodeado de lujos y unos hijos que repetirían sus hazañas.
Los cuchicheos le precedieron desde su nacimiento, como a toda su familia. Pero fue un chico bastante normal hasta que cumplió 11 años, cuando abandonó el colegio a mitad de semestre, supuestamente debido a la desaparición de su hermano, lo cual nos dio en Fjällbacka, comunidad ávida de noticias donde las haya, meses de cotilleos a media esquina y en el mercado.
Se comentaba que su hermano mayor que él, dieciocho años, había robado a su padre y se había largado con una actriz danesa. Pero la verdad era mucho más oscura, que lo que un grupo de marujas aburridas puede imaginar. El mayor de los Bohusläns, tenía un cierto gusto por la infancia y noche si, noche también, recorria los largos y ornamentados pasillos de la residecia, de los señores del arenque en lata, hasta llegar al dormitorio del niño que tenía más accesible, el cual esperaba tembloroso, debajo de unas sábanas de raso combinadas con la voluptuosa decoración, a que llegase su castigo nocturno.
¿Qué si lo sabían los señores Bohusläns? Apostaría mi delantal de volantes, a que en esa casa se sabía hasta cuando caía un alfiler en mitad del cavernoso salón, cuando no había nadie en la mansión para oirlo. Pero no hicieron nada para proteger al niño, de mirada ahogada, así que él mismo tuvo que trazar el plan para librarse de las angustiosas noches. Un paseo por el bosque nevado y el helado lago, un hermano mayor que se alegraba de poder "jugar" con su hermanito también de día, un trozo de hielo más fino, un paso mal dado, un empujón lleno de ira, y el problema se ahogó.
Fue la propia Julia, la que inició el rumor de que su hijo predilecto se había marchado de casa, y las aburridas señoras del pueblo nos encargamos de adornar el resto. Lo que realmente acabó con la personalidad del pequeño Silver, fue que en su casa, aún sabiendolo todo, jamás se hablase del tema, las apariencias eran lo más importante. La mirada de Julia cambió completamente hacia Silver, si antés lo miraba poco, "por falta de tiempo", ahora le miraba con repugnancia, como si la culpa de todo hubiese sido suya.
Silver se refugió en el agua, ya que el medio terrestre le parecía demasiado hóstil. La historia jamás se supo en la comunidad. Así fue creciendo la melancolía, en el interior del azul oscuro de sus pupilas, y aislandose dentro de una depresión, la cual la gente de pueblo no llegaba enteder
Familiares:
Erik Bohusläns: Padre (fallecido)
Julia Bohusläns: Madre (Viva)
Erik Bohusläns jr. : hermano (desaparecido)
-Pertenencias:
Silver siempre ha sido de los que viajan ligeros de equipaje, no es que haya viajado mucho (a él, el mundo simpre le pareció demasiado agobiante) pero una de sus mayores preocupaciones es dejarse olvidado un trozito de su vida al regresar a casa.
Trae ropa cómoda, pantalones de telas holgadas y camisetas anchas sin ningún tipo de dibujo, la mayor parte en colores claros. Ni siquiera pensó en coger alguna pulsera o reloj al hacer la maleta, nunca le había gustado llevar nada colgando de sus muñecas o su cuello, le producen una extraña sensación de asfixia, como si todo el peso del pasado se le ciñera a sus articulaciones intetando acabar con él.
Lo que nunca olvida meter, en su maleta, son los slips para natación y sus gafas acúaticas para que el cloro no le ponga los ojos rojos, eso le recuerda demasiado al llanto y el ni siquiera se ha planteado llorar, nunca, ni siquiera cuando un trozo de su vida se le olvida al regresar a casa.
Expediente:
-Motivos por el cual está aquí:
Depresión.
-Antecedentes:
Su expediente está limpio.
Extra:
Pocas personas saben, que en ocasiones, cambia sus bocadillos de atún, por otros con chocolate huntado, para al menos así endulzarse por un momento la vida.
-Nombre y apellidos del personaje:
-Edad:
24 años.
-Actividad:
Nadador y buceador.
-Procedencia:
Fjällbacka, pequeño pueblo en la costa oeste de Suecia.
-Orientación sexual:
Asexual, no le atraen ningún sexo.
-Estado civil:
Soltero.
-Nivel adquisitivo:
Sus padres tienen una de las fabricas de coservas de arenques, más importante del pueblo, que exporta a nivel nacional, por lo que su nivel adquisitivo se puede considerar alto.
-Descripción física:
Silver, es identico a su madre. tiene el pelo oscurisimo, de una tonalidad que roza con el azul. Sus ojos parecen negros, si falta luz, pero con la incidencia de los haces lúminicos se tornan azulados. Su piel suele estar bronceada, aún sin tomar el escaso sol, amenudo, y su cuerpo es fibrado, sin un gramo de grasa que sobre, debido a su metabolismo...y a las 4 horas que pasa nadando, diariamente, desde que tiene 11 años. Se diría que es un hombre agradable a la vista, y lo sería más aún, si alguna vez mostrase una sonrisa sincera.
-Descripción psicológica:
Dicen que vivir en un ambiente frío acaba por afectarte a tu propia personalidad, esa sería una buena explicación, pero no sería más que una simple excusa. ¿Qué culpa tiene la nieve o los diez grados bajo cero? Lo que a Silver siempre le faltó fue el abrigo, más cálido de todos, el cariño. Sus padres estaban más preocupados de las apariencias, que de los sentimientos de su propio hijo, el cual fue creciendo entre una melancolía que helaba más que el propio Invierno de Suecia.
Le gusta abstraerse mientras flota inerte sobre el agua, de una piscina, que está a más grados que su propia rabia. Teme a las relaciones de cualquier tipo, por lo que normalmente no deja que nadie salte la barrera, que lo separa del mundo, ni siquiera para comprobar lo azulado de sus ojos al sol.
-Historia:
Nadie entiende como el hijo de los Bohusläns, aún teniendolo todo, puede comportarse de una manera tan entristecida, el porque de sus largos paseos bajo la nieve de enero o lo esquivo de sus miradas. Lo normal hubiese sido que se hubiese ido a estudiar a un internado elitista, y luego a estudiar a Francia o Ámerica, alguna carrera de économia y gestión, para despúes volver triunfal y con una esposa bellisima a reclamar su lugar en la pequeña Fjälbacka, para envejecer rodeado de lujos y unos hijos que repetirían sus hazañas.
Los cuchicheos le precedieron desde su nacimiento, como a toda su familia. Pero fue un chico bastante normal hasta que cumplió 11 años, cuando abandonó el colegio a mitad de semestre, supuestamente debido a la desaparición de su hermano, lo cual nos dio en Fjällbacka, comunidad ávida de noticias donde las haya, meses de cotilleos a media esquina y en el mercado.
Se comentaba que su hermano mayor que él, dieciocho años, había robado a su padre y se había largado con una actriz danesa. Pero la verdad era mucho más oscura, que lo que un grupo de marujas aburridas puede imaginar. El mayor de los Bohusläns, tenía un cierto gusto por la infancia y noche si, noche también, recorria los largos y ornamentados pasillos de la residecia, de los señores del arenque en lata, hasta llegar al dormitorio del niño que tenía más accesible, el cual esperaba tembloroso, debajo de unas sábanas de raso combinadas con la voluptuosa decoración, a que llegase su castigo nocturno.
¿Qué si lo sabían los señores Bohusläns? Apostaría mi delantal de volantes, a que en esa casa se sabía hasta cuando caía un alfiler en mitad del cavernoso salón, cuando no había nadie en la mansión para oirlo. Pero no hicieron nada para proteger al niño, de mirada ahogada, así que él mismo tuvo que trazar el plan para librarse de las angustiosas noches. Un paseo por el bosque nevado y el helado lago, un hermano mayor que se alegraba de poder "jugar" con su hermanito también de día, un trozo de hielo más fino, un paso mal dado, un empujón lleno de ira, y el problema se ahogó.
Fue la propia Julia, la que inició el rumor de que su hijo predilecto se había marchado de casa, y las aburridas señoras del pueblo nos encargamos de adornar el resto. Lo que realmente acabó con la personalidad del pequeño Silver, fue que en su casa, aún sabiendolo todo, jamás se hablase del tema, las apariencias eran lo más importante. La mirada de Julia cambió completamente hacia Silver, si antés lo miraba poco, "por falta de tiempo", ahora le miraba con repugnancia, como si la culpa de todo hubiese sido suya.
Silver se refugió en el agua, ya que el medio terrestre le parecía demasiado hóstil. La historia jamás se supo en la comunidad. Así fue creciendo la melancolía, en el interior del azul oscuro de sus pupilas, y aislandose dentro de una depresión, la cual la gente de pueblo no llegaba enteder
Familiares:
Erik Bohusläns: Padre (fallecido)
Julia Bohusläns: Madre (Viva)
Erik Bohusläns jr. : hermano (desaparecido)
-Pertenencias:
Silver siempre ha sido de los que viajan ligeros de equipaje, no es que haya viajado mucho (a él, el mundo simpre le pareció demasiado agobiante) pero una de sus mayores preocupaciones es dejarse olvidado un trozito de su vida al regresar a casa.
Trae ropa cómoda, pantalones de telas holgadas y camisetas anchas sin ningún tipo de dibujo, la mayor parte en colores claros. Ni siquiera pensó en coger alguna pulsera o reloj al hacer la maleta, nunca le había gustado llevar nada colgando de sus muñecas o su cuello, le producen una extraña sensación de asfixia, como si todo el peso del pasado se le ciñera a sus articulaciones intetando acabar con él.
Lo que nunca olvida meter, en su maleta, son los slips para natación y sus gafas acúaticas para que el cloro no le ponga los ojos rojos, eso le recuerda demasiado al llanto y el ni siquiera se ha planteado llorar, nunca, ni siquiera cuando un trozo de su vida se le olvida al regresar a casa.
Expediente:
-Motivos por el cual está aquí:
Depresión.
-Antecedentes:
Su expediente está limpio.
Extra:
Pocas personas saben, que en ocasiones, cambia sus bocadillos de atún, por otros con chocolate huntado, para al menos así endulzarse por un momento la vida.
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Lars HenrikVigilantes 
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