Estrepitoso cansancio [Derek L.]

por **Dorthea F. Bronnfjell** Miér Oct 27, 2010 2:04 pm

Me había levantado muy pronto por la mañana. Mi descanso del día anterior se había alargado lo suficiente como para asegurarme uno o dos días extras de trabajo duro, y si en verdad deseaba acabar en ese plazo -corto, a comparación de otras veces- entonces tendría que ponerme manos a la obra ya mismo. "¡Ya de ya!"

Me vestí sencilla: vaqueros y sudadera amplia y gris. Recogí mi ondulado pelo en un moño maltrecho, y me lave los dientes y la cara con rapidez. Después tomé la larguísima lista con los qué haceres, tal y como había previsto, y me puse manos a la obra.

Fue una mañana plagada de bombillas para cambiar, desagues atascados y muchísimos enchufes destrozados. Una, allí se encontraba de todo. Pero lo mejor era no pensar en ello, mentalmente muchísimo más sano. Hice una brevísima pausa para picar algo a la hora de la comida, sobre las dos y media - tres, y seguí con el trabajo. Dieron las siete de la tarde y aun tenía la lista a medio tachar; marcaba cada cosa que ya había terminado de arreglar o instalar para no hacerme un lío.

Me sentía exhausta hacia las siete y media. El estómago me volvía a rugir de hambre y me temblaba el pulso mientras apretaba una tuerca de los lavabos en donde me encontraba. Pero eso únicamente estaba comenzando a complicarse... En la bodega todo fue a peor.

Había llovido muchísimo durante todo el día, y semanas atrás por igual. Así que las bodegas estaban como para imaginárselas. Pisar aquel suelo se asemejaba muchísimo a la sensación de estar caminando sobre juncos o pasto mojado, al igual que el olor, que se entremezclaba con la ligera humedad del lugar. Y es que algún interno del centro había estado "jugando a que llovía bajo techo" después de descubrir una gotera enorme que no tenía ni idea de como iba a arreglar. Opté por relajarme, del algún modo, limpiando un poco todo aquello, y después tomé una escalera y comencé a trastear con el rascador y demás... Fue entonces cuando perdí el equilibrio de puro cansancio y me precipite hacia el suelo.

El estruendo debió oírse por todas partes.

por **Derek Lewis** Miér Oct 27, 2010 2:31 pm

Expedientes, expedientes y más expedientes. Impresionante la abundancia de internos en Lost Heaven, eso significaba para mí mucho trabajo, aunque imaginaba y me quedaba el ligero consuelo de sabe que al director no les estaría llendo precisamente fantástico. Por suerte yo no era es sujeto, sólo un doctor más en el enorme lugar. La cabeza me daba vueltas, mi estómago me pedía a gritos alimento, y es que ni siquiera había tenido oportunidad de salir por algo de verdadero nutrimento, sólo me había preparado un café de la misma máquina cafetera que tenía en mi consultorio. Casi se acababa y debido al frío extremo de este lugar casi se enfríaba.

Terminé con el último expediente obligando a mi cerebro a leer minuciosamente y no sólo por encima cada una de las palabras escritas ahí. Valla que esos chicos tenían problemas, esperaba de verdad que el centro les ayudará, ellos merecían unas vidas propias y sanas. Agradecí internamente el hecho de que no fuera mi caso. Sonreí tontamente y me apresuré a dejar la pluma sobre una carpeta; el frío calaba mis huesos por más de que trajera ropa abrigadora, bien, nada más una bufanda y la bata blanca. Miré mi café y arrugué el entrecejo al ni siquiera notarlo humear un poco.
"Perfecto", me dije a mí mismo. Me puse de pie y en acto sin querer le di un codazo al vaso de cafe provocando que se derramara sobre el escritorio y parte del piso, el cual había estado limpio hasta ese momento. Por suerte los expedientes estaban intactos, pero para evitar algo peor decidí guardarlos de una buena vez en uno de los cajones de la estantería.

Ni siquiera tenía algo con lo cual limpiar el desorden. Pensé en tal vez dejarlo así y que los encargados de limpieza se hicieran cargo, pero sinceramente no es lo mío dejar así las cosas, y menos en mi área de trabajo. El lugar donde seguro encontraría material de áseo era la bodega. Así que sin pensarlo mucho me dirigí al lugar.

Andando por los pasillos, extrañamente deshabitados a esta hora, recordé en qué dirección se encontraba la bodega -ya que solía olvidarme de las direcciones por estar tanto tiempo metido en mi consultorio-, anduve a paso tranquilo hasta que un sonido poco común irrumpió haciendose escucha por toda planta baja -la más baja para ser presiso-, tal vez algo se había caído... Pero pronto otra imagen pasó por mi cabeza: alguno de los internos en un intento por alcanzar algo o huir. Me apresuré de pronto preocupado, la puerta de la bodega estaba abierta así que entré a prisa. La luz me permitió ver a alguien en el piso, sin duda había caído. Corté la distancia y me acuclillé para ayudarle a levantarse, era una chica, y si no me equivocaba no era interna.

—¿Te encuentras bien?—pregunté con gesto preocupado sosteniendola por el brazo.

por **Dorthea F. Bronnfjell** Vie Oct 29, 2010 11:42 am

Ni siquiera lo había escuchado entrar. Su fuerte mano me tomó con firmeza y me alzó levemente. No sentía dolor, ni tampoco vergüenza; únicamente trataba de fijar la mirada en el suelo o en alguna parte para poder recomponerme. Qué caída más tonta... No podía recordar qué era lo que había pasado para tropezarme.

Alcé la mirada y posé la palma de mi mano libre -la otra seguía sujeta a la de él- sobre mi frente, a pesar de no ser ahí donde había recibido el golpe; no recordaba haberme golpeado en ninguna otra parte, y tampoco me dolía nada. Enfoqué la cara de el chico, hombre o voz varonil que me había preguntado por mi estado y me estrechaba el brazo todavía.

-Sí...Sólo me he resbalado -murmuré de modo que pudiese escucharme perfectamente. Después, tomé su brazo, comprobé que se trataba de uno de los sanadores del centro, y me levanté del suelo; llegaba el momento de sentir vergüenza.

-Dios, siento el estropicio... -la escalera y las herramientas se habían caído junto a mi y el charco de agua se había vuelto inmenso de repente.-...y el ruido; es tardísimo. Espero no haber molestado a ningún interno.-comenté para finalizar, muy apurada.

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