A fucking night with myself

Que si que todo el puto dia en ese dichoso centro, menos mal que era capaz de saltarme las terapias para dejar la droga pero la amaba y la queria asi que yo me piro e intentaba eludir cualquier tipo de responsabilidad, y por las noches mientras todo el mundo dormia placidamente yo me dedicaba a hacer de las mias

-Baby no me falles ahora

Con mi boxer negro me lancé a la biblioteca y alli me saque a mi amigo don Canuto, ¿a que vosotros le conoceis?, pues yo tambien es muy majo

-Venga dame guerra campeón que necesito de ti

Lo llevé suavemente a los labios, mientras lo prendía con fuerza en mis labios comenzando a exhalar el humo con una sonrisa en mis labios

-Mmm yeah

Tenia insomnio.
La mugre de este lugar no me dejaba dormir. A pesar de que el luger fuera limpiado periodicamente, yo sabía que los gérmenes estaban ahi. Tanta gente y tan poca limpieza...

Se me dio por explorar un poco el lugar. No estaría mal saber donde se encuentra cada cosa, asi que comencé a errar por el inmenso castillo.
Las salas estaban en su mayoria oscuras, desde algunas habitaciones se oían gritos, alaridos.. Deberían ser sueños psicoticos de los enfermos que estan internados aquí.

Casi sin querer llegué a la Biblioteca. Una buena cura para el insomnio seria leer alguno de los libros que habia traido, los cuales habian terminado en la biblioteca del hospital.
Estaba buscando mis libros cuando de repente sentí un extraño pero conocido olor. Si, si. Alguien se encontraba disfrutando de la rica Maria.
Me dejé guiar por el olfato y me topé con el emisor del olor. Un hermoso chico de boxer negros estaba allí, solo, fumando su canuto.

-¿Te apetece algo de companía? -le dije con una media sonrisa y enarcando una ceja.

Soy el sinonimo de la pura indecencia y de no hacer caso a todo, pero ese hombre era mayor que yo y me ponian demasiado, no hasta el punto de amarle pero si de gustarme y de tenerle como juguetito para ser usado y dejarle el culo rojo como la sangre, me puse de pie mientras me acercaba al chico con barba madurito, di bastante caladas una tras otra, y otra, y otra, hasta un total de quince, cuando tuve todo el humo en la boca se lo heché en la cara del tio mordiendome el labio

-Lo siento madurito pero aqui ya somos cuatro, no necesito compañia mira para que cuentes

Le agarré la mano y la puse sobre mi cuerpo sonriendo

-Uno-le lleve la mano hasta mi entrepierna- dos, y a cada lado tengo otro amigo osea ser tres y cuatro, ¿para que querer mas compañia?

Que me dijeran madurito me ponía de lo más cachondo. Chico joven, rebelde.. Justo lo que este cuerpo necesita.

Llevo mi mano a su entrepierna lo que me puso super cachondo.

-Mmm.. Parece que estas en buena compañía si. -dije mirando su abultado boxer.
A pesar del frío me quité la campera que tenía, dejando al descubierto mi torso marcado.
Me acerqué mas al niño.

-Tal vez, a tu amigo le serviria la compañia de alguno de mis compañeros. De ser uno -le lleve una de sus manos a mi boca- , dos -mostrandole mi mano- o tres y cuatro -y tomé sus manos y las presioné firmemente sobre mis nalgas.

Lo tenía cerca de mi cuerpo y lo miraba a los ojos lascivamente.

-Mmm vale vamos a jugar un rato, yo no te dire mi nombre pero quiero saber el tuyo, y ademas me voy a divertir con el fuego y contigo, tengo a unos polvitos que les encantaria estar sobre tu cuerpo, si quieres ademas se me ocurre jugar al juego del profe y al alumno solo que al reves, ¿te interesa?, esta noche creo que te cumplire suavemente todas tus fantasias sea cual sea la mas retorcida y sexopata que poseas

Mis manos te tumban sobre la mesa y te quitó la camiseta, esparciendo lentamente el extasis en su cuerpo, esnifandomelo por la nariz suavemente metiendomelo por la nariz

-Mmm profe malo

La situación no me parecía de lo más apropiada, pero era interesante darle un toque de diversión a este hospital.
Cuando el chico me tiró el extasis sobre mi cuerpo y luego la inhaló, entré en un ataque de histeria. Demaciados gérmenes. ¡¡¡Demaciados gérmenes!!! Mi cara se inundó de ira.

-¡Nunca más me tires nada encima, y menos inhalarlo directamente de mi cuerpo! -le dije furioso.
-¿Entendido? - le dije mirandolo aún con rabia, dandole luego un apasionado pero furioso beso.

Sonrei y le correspondi a su beso furioso, mientras buscaba el porro a medio fumar premio lo cogi y se lo meti en la boca de seguro que con uno de ellos ya se medio colocaria, le baje los pantalones y con la palma de mi mano le toco el bulto del boxer suavemente, mientras noto que poco a poco te vas poniendo cachondo, haciendo que la cabeza de mi miembro salga a traves de mis ceñidos boxer

-Mira pero si parece ser que se alegra de verte y de tener muy cachondo profe, mmmm asi que papi será penetrado por su hijo a lo bestia, ¿que diria tu mujer de esto?

El chico estaba muy colocado.
Había una regla estricta que seguía desde mi adolescencia. No follar a alguien alcoholizado ni drogado. Regla que se había hecho más estricta luego de mis estudios de química ya que conocía perfectamente los efectos psicoactivos de las distintas drogas.
Obviamente el chico me tenía muy pero muy cachondo. Estaba de lo más caliente. Pero mis principios siempre se mantienen.
Ver el miembro que salia de los boxer sinceramente hizo flanquear mis decisiones.

-¿No te parece demasiado para la primera cita, niño? -le dije con tono burlón, separándolo un poco de mí.

Spoiler:

off: Muchas gracias por la acotación, no nos había quedado muy claro como iba la regla. Y perdón por las molestias causadas