Irrupción en la bodega [Summer]

Se que no era lo debido pero precisaba algo de alcohol para pasar el rato. Un poco de vino no se le niega a nadie.
Deambulé por el castillo, buscando el lugar indicado. Me dirigí a la zona subterranea. Una buena bodega debería estar protegida del sol, en un lugar húmedo a temperatura más bien fría. Recorrí los pasillos y encontré una gran puerta de madera. ¡Bingo!
Mire hacia ambos lados del pasillo y abrí sigilosamente la puerta. Entré y tanteé la pared en busca de un interruptor.
¡Voilá! Se hizo la luz.
Las botellas de vino abundaban y había también algún que otro licor.
Observé las botellas una por una. Cuando cursé mi carrera, tomé como materia opcional Enología, por lo que tenía una buena base para elegir el vino.
Leí una de las etiquetas que decia "Cabernet Sauvignon cosecha 1982"
No lo dudé ni un segundo. Tome la botella y a duras penas logré desencorchar la botella.
Me dedicaba a oler el corcho (porque allí es donde se puede sentir la esencia del vino), cuando de repente sentí un ruido a mis espaldas.

"Atrapado In Fraganti" pensé. Cerre fuerte los ojos como intentando escapar, pero obviamente no iba a funcionar.
Me di media vuelta y vi que era Summer, mi psicóloga. Sonreí y le dije
-Efectivamente, es de las mejores cosechas. Ese año, las lluvias fueron abundantes haciendo que la uva consiguiera un sabor y color particulares. Se puede ver en el color rojo intenso y si gustas degustar un poco, podrás notar los marcados taninos. -dije imitando un tono burlón de sabelotodo mientras olía la botella de vino.
Sonreí pícaramente. Summer era una chica muy bonita y simpática. Totalmente mi tipo.Sé que no era lo más correcto sentir atracción por tu psicologa, pero era invitable.

La señorita Summer se acercaba más a mi. Se mordió el labio inferior con lo cual casi me derrito. No podía dejar que la atracción, el calor, me controlen, así que seguí hablando con total normalidad.
-Por lo que tengo entendido si, los internos tenemos prohibida la entrada a la bodega. Pero dado que mi desorden no implica rasgos violentos ni es algún tipo de adicción, pensé que no tendría nada de malo tomar un poco de vino. Era solo para despejarme un poco ¿sabe? -le dije.
Me acerqué más a ella quedando frente a frente.
-Pero usted es mi terapeuta, ¿qué opina al respecto? ¿estoy en lo correcto? -le pregunté
-¿Podría autorizarme aunque sea a tomar una copa de vino? -le dije ahora, estando cerca de su oido.

Ladeó la cabeza y me miró. Lo penetrantes que eran sus ojos era increíble. Sentía que me atravezaba con la mirada. Una mirada muy sensual por cierto.
-Pienso que una copa no me haría nada mal. Además el vino funciona como vasodilatdor, lo que ayudaría a los medicamentos a viajar más rápido por el torrente sanguíneo, haciendo la recuperación más rápida. Además me permitiría pasar un momento ameno con usted, que permitiría ahondar la relación tratante/paciente. Todo ventajas. -le dije sonriendo pícaramente.
-Lo único que faltaría serían unas copas. -dije mientras escrutaba la bodega.

Summer descubrió donde estaban las copas y se dedicó a tomar un par. El estante era muy alto y ella no llegaba quedando de puntitas. Dejé la botella de vino apoyada en el piso y me acerqué por atrás y quedando apoyado sobre ella. Le acerqué las copas a la mano.
-No sea que se vaya a caer y se lastime, doc. -le dije al oído por detrás, con nuestros cuerpos en contacto.
Sabía que sólo ibamos a tomar una copa de vino, pero es innegable, el juego siempre es divertido.
Me alejé de ella y tomé la botella de donde la había dejado. Volví a oler ese excelente vino, cerrando los ojos. Excelente cosecha sin duda- pensé

Quise odiarlo en el momento en que sus labios por poco rozan mi oreja cuando hablo en mi oido, mas bien debia controlarme yo, se suponia que era una mujer adulta... si claro, tenia entendido que el era mayor que yo por lo que en este caso no era tan adulta como pensaba. Aun asi, solo espere hasta que se retirara un poco tomando las copas en mis manos y respirando profundo.

- vamos... que le vas acabar el aroma - bromee acercandome a el nuevamente, estirando las manos con las copas para que sirviera un poco en ambas -solo una copa... ¿no es asi? - pregunte mirandolo y mordiendo mi labio inferior de forma involuntaria.

Esa mordida de labio inferior era lo más sensual de Summer. Siempre que lo hacía me derretía.
Me acercó las copas para que sirviera así que me dediqué a hacerlo, teniendo cuidado de que entrara bien el aire al momento de que el vino callera en la copa. Más allá de todo, ibamos a degustar un buen vino así que había que ser cuidadoso. No quería arruinar tal calidad.
-En principio si sería una copa, doc. ¿Pero no sería también interesante ver como va avanzando la relación paciente/tratante a lo largo de una botella de vino? Además, es una muy buena cosecha como para desperdiciarla. -dije mientas tomaba una de las copas llenas de su mano.
Cuando la tomé, el roce con su mano me provocó una extraña electricidad que me recorrió todo el cuerpo.
Torcí la copa a la luz y comencé a observar. Tenía un buen color tinto. Lo olí nuevamente y luego levante la copa delante de mi cara.
-Por una mejor relación paciente/tratante. -le dije con la copa en el aire.

Choqué la copa con ella.
El último comentario me había quedado flotando por la cabeza.
-Eso no es cien poricento verdadero -refuté con una sonrisa pícara. -Como bien debe saber usted, según el psicoanálisis, la relación paciente-terapeuta sigue aún fuera del consultorio. Sin embargo, la corriente Gestalt apoya el vínculo entre las partes. Así que todo es relativo, como en todos los ámbitos de la vida.- le dije sonriendo.
- Ser o no ser, bien y mal, cordura y locura. Todo depende del punto de vista que eligamos.- y luego de decir esto, tomé un sorbo de vino. Tenía razón. Los tantinos estaban bien marcados. Podía sentir mis encias secandose. Terimine de degustar el delicioso vino y agregué - ¿Tiene usted un punto de vista definido, señorita April?

La respuesta me sacó una sonrisa.
-Coincido totalmente que estaría incurriendo en una gran falta a su ética profesional.
Tome unos tragos de vino. Bajar a la bodega habia sido una buena elección después de todo. Me acerqué más a Summer. Pude oler su perfume, ver más de cerca sus hermosas facciones.
Summer era realmente una chica hermosa y simpática. Creo que valía la pena perderla como psicóloca.
-Que lástima -dije - he perdido a mi psicóloga tratante -y tomandola por la nuca con mi mano derecha, acerqué su cara a la mia besandola con ternura en los labios.

El beso lo decía todo. Ambos queríamos tener otro tipo de relación.
Decidí jugar un poco más. Me alejé de ella y tomé otro sorbo de vino.
-¿Está segura de que hay retorno? -le dije enarcando una ceja.
-Si usted lo prefiere, olvidamos lo que sucedio aquí y retomamos la relación entre paciente y psicóloga. Aunque dados los hechos, seguiria siendo poco ético ya que la relación paso a un nivel distinto. -apoyé la espalda contra la pared y crucé mis brazos. Tenía la copa en mi mano izquierda. Oservaba a Summer detenidamente.

Sonreí ante la pregunta.
-Podríamos pasar a un tipo de relación en la cual podamos llegar a conocernos un poco más. Seria algo asi como salir con alguien aunque confinado a este manicomio. -le dije señalando las cuatro paredes con la mano.
Bebí otro sorbo de vino. La copa estaba ya vacía así que tomé la botella y llené otra copa. Observe el color tinto del vino nuevamente. Era el acompañamiento perfecto para el momento.
Luego de olfatearlo tomé otro sorbo. Mire a Summer.
-¿Qué opinas?¿Te apetece la idea de salir con este loquito?- le dije mientras alzaba los brazos a mis costados y giraba mostrándome.