Gritos desesperados/Elle/

por **Isaí Oldman** Mar Nov 02, 2010 3:41 pm

No llevaba ni un día, había tenido una mala experiencia recién había dado un par de pasos en el lugar. Dejó las maletas en el recibidor, alguien le había dicho que su habitación no estaba lista, tenian que reasignar a otros huespedes, iba a tener compañía. Eso le alentó un poco, en cuanto pudo estar solo de nuevo, fue directo a un lugar que le inspirase tranquilidad, sin querer llegó hasta una biblioteca, durante su camino hasta ahi, no se fijó por donde caminaba, no notó flora o fauna alguna del lugar, ni siquiera notó si había más gente allí. No quería contacto alguno, estaba decepcionado, no se había despedido de Alan y Geraldine, se preguntó por el resto de sus hermanos, de inmediato disipó las dudas con una agitación violenta de la cabeza, no quería pensar en ellos.
Entró en la biblioteca, parecía no haber nadie encargado, entró sin mayor dificultad.
Ya adentro escuchó el silencio, percibió el olor de las hojas, de las pastas de piel en elos libros, incluso notó el polvo en las estanterías. Era un lugar cómodo, y silencioso.
Pensó seriamente en dormir un poco en el piso de aquél lugar, estaba cansado, tembloroso y con una ansiedad impresionante.
Se tumbó sin más en el suelo, quedando con la espalda en el piso, los brazos descansando a los lados y los ojos cerrados. Desesperado comenzó a reir, levemente al principio, despues fue aumentando la intensidad, su risa rebotaba en la paredes haciendo un eco impresionantemente ensordecedor, la risa pasó de un estado de euforia a un completo y desgarrador llanto. No lo soportó más y lanzó un grito a la nada.
Odiaba ese lugar.

por **Elle Lavey** Miér Nov 03, 2010 2:41 am

En cuanto mis pasos me llevan a una deriva que no entiendo, solo camino, pasillos que esconden voces y estas las emiten los celestes ángeles. Tocan arpas que retumban en piedras y se pierden en un desgarre de mi alma que está en un abismo absoluto. Beta viene conmigo y me pierdo entre tanto libro, de pie, mirando los estandartes me quedo observando las caratulas, con mis dedos toco polvorientos ejemplares y con mis otros dedos sujeto a Beta.

Me tropiezo con algo en el piso y mis ojos cetrinos de color azul grisáceos observan a esa persona tumbada, ¿Es un ángel caído? Ríe, llora, ¿Quién eres?, tengo un vestido blanco que me llega hasta las rodillas un vestido elegante y no tengo zapatos, un saco de piel muy fina me llega gasta casi los tobillos un mink de varios miles de euros. Y beta, cuelga de mis dedos, un muñeco de cabello cobrizo, con un overol blanco, con unos bigotes de Dalí pintados con acuarelas. Los ojos del muñeco parpadean y mi voz sale como una efímera nota musical. Uno de mis largos dedos se posan sobre mis labios rojos, que son así sin maquillaje.
-Shhhh… el silencio debe guardarse en los santuarios del conocimiento.

por **Isaí Oldman** Sáb Nov 06, 2010 4:26 pm

Abrió los ojos en cuanto escuchó que alguien callaba su llanto. Se quedó quieto, temblando, con el síndrome de abstinencia a tope. Tragó saliva y por unos minutos no dijo nada. Miró a aquella chica, por un momento pensó que era sólo una alucinación de esas que tenía cuando no bebía alcohol por un par de horas. A pesar de haberse callado, alguien seguía gritando en su interior. Asintió con la cabeza y se sentó, mirando a la chica muy profundamente a los ojos, James moría de frio, necesitaba encontrar algo cálido y lo encontró en los ojos de la chica.
-Lamento haber...mmmmm... no quería..... - endureció la mandíbula, necesitaba de ese líquido para poder hablar bien- mmmmm ¿te asusté?- era la pregunta más idiota que pudo haber formulado, pero su mente estaba seca, tal como su cuerpo.
La palabra HOPE impresa en su playera barata de algodón parecía brillar de pronto, odiaba su estado, no podía vestirse ni el mismo, su madre se la había puesto con la finalidad de inyectar algo positivo en él... no funcionaba, quiso arrancarsela en ese momento.

por **Elle Lavey** Sáb Nov 06, 2010 10:45 pm

Sus ojos parecer danzar algo extraordinario y solo aprieto los labios. Y de pie frente aquella mirada me quedo en silencio. –Shhh- No tengo que decir nada, solo le miro y Beta resbala de las manos cae al piso con aquellos ojos parpadeantes de muñeco y cabellos rojizos, con esa sonrisa imborrable y tétrica presumiendo sus bigotes pintados de Dalí. Puedo mirar el frío en sus ojos y me quedo en silencio.
-No, el miedo no puede tener miedo. –sonrío a medias- Sientes frío y sed –digo aun mirándolo como si fuera un libro, leyendo y hundo mis manos en el saco de fina piel de zorro que me cubre hasta la mitad de las pantorrillas y saco una carta de tarot la observo meticulosamente...- No eres de los que tienen la mente volando, solo te faltan unas cuantas gotas de vida para que tu alma encuentre el regreso a tu cuerpo, pero los demonios aquí esconden todo, solo te queda esperar a que la sal de la piel expulse la ansias que recorre tus venas… ¿Podrías darme de tu sangre?.

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