Los cantos blasfemos

Octubre, 2010

Una voz recorre la habitación de arte, un hombre con pinturas en el rostro,
un joker, blasfema sobre el olvido y huye del pasado que lo atormenta...
¿Puede escapar de él mismo?...
...Beta no te quejes de tus bigotes, que son de sopa de zanahoria.

~ ° ~
No entiendo lo que pasa con Beta, tiene miedo de la invisibilidad del gato.
Junto a ella me siento y puedo sentir el sabor de su piel llena de escamas.
Te diré Koi…
También te podría llamar te Fénix
Sus escamas serán plumas.
Es la mujer oso vengadora con nombre Fénix - Koi

~ ° ~
El hombre que tenía una marca en el rostro, viendo que el amor de su vida se alejó de él con alguien más hermoso. Empezó a desgarrar más su rostro hasta hacerlo parecer una bestia y recorría las noches con una capucha y se acercaba a mujeres bellas que salían del teatro. Les desfiguraba, luego les sacaba el corazón, empezó a juntar tantos corazones en su casa hasta llenar todas las paredes y el olor a podrido hacía que este se sintiera muerto y en un arranque de ira, con un encendedor incendió las paredes que se consumieron junto con él.

Noviembre, 2010

Sus ojos parecen danzas de algo extraordinario.
Solo aprieto los labios.
Son azules tan azules como el mismo cielo.
Tienen cantos encerrados en ellos, brillan.
Y de pie frente aquella mirada me quedo en silencio.
–Shhh–
No tengo que decir nada, solo le miro y sin saber su nombre me quedo mirándolo.
Creo que pierdo el tiempo mirando sus espejos cristalinos.

~°~
Solo sueña Peter Pan en un abismo donde se pierde su sonrisa distorsionada está ahí, permaneciendo en un alma prestada y se queda ante el tiempo y se cubre con mantos de sueños desesperados, un beso cubre el manto de mis labios que con pasión quieren desbordar mares agitados y la marea crece en ese amanecer desdichado, en sus manos que torturan mi piel y con su boca bebe el elixir de mi sangre. Puede provocar lujuria sus tactos de niño y hace que los ángeles emitan cantos celestes, desbordan la locura, deliran las notas que son blasfemias para mis oídos. Su voz penetra en mi oído como si fuera una espada punzante y mis ojos se abren confundiendo la realidad con la demencia. Mis labios aprietan el aire de un suspiro y se quedan mirando a la noche recorrer mi piel como si fuera un lamento. Son los dedos que traspasan su tela y que rosan lo hace ser diferente a lo que soy. Mis uñas de cristal penetran sus muslos para decirle que es mi presa y que no tiene salida a ninguna iglesia, está noche seré su iglesia.

Diciembre, 2010

Su cabello oscuro es como el alma mía y me deleito observando sus plumas que brillan como un cuervo.
Lo miro a los ojos y los conozco del pasado.
Un año de su ausencia y ahora cae del cielo a encontrarse conmigo.
Es mi ángel.
Vino a buscar mi alma de este infierno.
¿Estoy muerta?